Carlos Silvestri, integrante de la Mesa Chubutense de Víctimas Viales y papá de Franco, uno de los jóvenes hinchas de Boca Juniors, muerto en un siniestro vial causado por un conductor alcoholizado en noviembre de 2018 a la altura de la localidad de Lobos, celebró la promulgación de la Ley de Alcohol Cero, y anticipó que la organización se apresta para iniciar otra lucha: la modificación del Código Penal.
Silvestri, quien se reconoció en dialogo con Radio Sónica 90.5, como un apasionado por el futbol y por Boca Juniors destacó que “mi hijo y lo vivíamos juntos de la misma forma y él iba por el mismo camino”, descartó cualquier relación entre el mortal accidente y el hecho de que los jóvenes iban a presenciar un clásico Boca-River.
En ese sentido, dijo que creyó que iba sufrir “una resistencia muy fuerte, con cierta razón si se quiere porque en definitiva íbamos a ver un partido”, por su persistente amor por la entidad xeneize, aclarando que su esposa “que no es futbolera, entendió que si no era por ese partido iba, a ser cuando fuera a la Facultad o en cualquier otra circunstancia”.
“Los que creemos en el destino o las malas jugadas del destino sabemos que, no sé si estará escrito o no, pero yo pienso que hubiese pasado de cualquier forma”, dijo, enfatizando en que “la desgracia fue para cinco chicos que iban a ver un partido y no fue por haber ido a ver un partido, fue porque un atorrante, un desgraciado tenía 1,8 de alcohol en sangre”.
Respecto de la recientemente promulgada Ley de Alcohol Cero indicó que si bien ya había sido sancionada, restaba la promulgación, resaltando en que la normativa es válida para las rutas nacionales, lo que se suma a la Ley provincial de Alcohol Cero y facilita a las provincias que no tienen esa legislación en sus respectivos territorios, a establecer la misma prohibición con sólo adherir a la ley nacional.
“Lo importante es que se intenta lograr la disociación, entender la disociación que tiene que haber entre el alcohol y la conducción. De hecho se va a acabar la discusión chiquita de que el 0,5, el 0,3 o el 0,2. El alcohol tiene que estar totalmente disociado de la conducción y eso vale la pena aclararlo, porque mucha gente cree que abogamos por una ley seca, de no consumo de alcohol. Y nada más lejos de eso. Lo único que entendemos es que, como lo dice la ley, el que va a manejar que no consuma y el que consume alcohol que no maneje, porque lo más importante es la vida”, sentenció.
Silvestri observó una postura crítica respecto de quienes priorizan la actividad económica por sobre la vida, resaltando que al presentar una ponencia en la cámara de diputados, un legislador mendocino señaló que “respetamos la vida y sufrimos cuando alguien muere, pero antes que nada somos productores vitivinícolas”.
“Con ese argumento queda casi nula cualquier posibilidad de discusión. Están diciendo que cuidan la vida, pero antes que nada está la actividad económica”, dijo, acotando que ”por suerte de promulgó y ahora viene otra gran batalla, de la que bajamos un poco las banderas en su momento, que es la modificación del Código Penal, porque si no va a quedar esta normativa y tenemos un código penal que se interesa más por las propiedades privadas que por la vida”.
A modo de ejemplo puntualizó que “Cualquier delito contra la propiedad privada es más castigado que un delito contra la vida. Siempre lo vengo diciendo y es una amarga realidad. Vos cortas un alambrado para robar una cabeza de ganadao y te dan hasta diez años. En el caso nuestro, que mataron a cuatro chicos y dejaron destruido al quinto, toda la esperanza de condena que podamos tener son 6 años y no porque los jueces sean malos sino porque el Código Penal así lo establece”.
A propósito la reforma del Código Penal, sostuvo que “es una lucha que ya estamos ordenándonos para entablar, con legisladores de nuestra provincia a nivel nacional y con profesionales, tratando de conformar o de complementar algún proyecto de ley de modificación y Código Penal que ya hay y que va a estar traccionado, trabajado y consensuado por todas las organizaciones de lucha contra la inseguridad vial que hay en Argentina. Lo que no queremos es que haya ocho proyectos, queremos que haya uno consensuado., que va a ser mucho más fácil de tratar”.
“Nos pasó con el tema de alcoholemia cero, que había un montón de proyectos, muchos cajoneados. Después depende mucho del trabajo desgastante de que de cada organización como para mantener uno en alto y defenderlo, para que pase como éste que se aprobó. Queremos evitar eso, queremos que haya un proyecto bien trabajado y consensuado, traccionado por todas las organizaciones, donde todos estemos más o menos de acuerdo en los lineamientos esenciales y con ese proyecto ir y dar la pelea en el Congreso”, subrayó.
Se refirió más adelante al estado de la causa por la muerte de los chicos, explicando que “el 13 de abril el abogado del imputado, Francisco Lucesole, presentó una apelación a la elevación a juicio de la causa y propuso la probation. Eso no es bueno por supuesto, pero sabemos que podemos apelar. Lo que nos enferma, me molesta y me duele, es que sabemos cuáles son las instancias. Hay una apelación, la vamos a rechazar, van a considerar el rechazo y van a elevar la instancia por otros tres meses y después cuando se acabe eso y se lo rechacen van a ir por el juicio abreviado y así se van distendiendo las cosas”
Aseveró que “en la mayoría de los casos, las víctimas, nosotros, cumplimos pena adelantada. Es decir que no solo nos roban los familiares sino que tenemos que andar peleando, y ya van cuatro años y medio de andar peleando por todas las instancias judiciales, con los fiscales, con los abogados, con las presentaciones, para que a lo sumo le den seis años, cosa que no le van a dar. Cuando logre que le den una sentencia a este hombre, yo voy a tener nueve años de andar penando y habiendo envejecido por tratar de mendigar un poco de Justicia”.
“Este es un plan de ahorro de condena nuestra. Nosotros tenemos que pagar con nuestro dolor, con nuestro peregrinar, con pelear por las leyes y los casos judiciales un montón de años y ni hablar de la parte civil que aparte es un dolor de costillas”, enfatizó, añadiendo que “es un peregrinar permanente, una revictimización. Es como una condena que uno está pagando de antemano, y al tipo este no le van a dar seis años, le van a dar cinco y empezá a descontar: si lee la Biblia menos cinco meses; hace un curso de bonsái, menos cinco meses; se porta bien le quitan cinco meses más y al final le van a dar cuatro años para que a los tres esté en la calle. Y uno tuvo que esperar ocho o nueve años para lograr que le den esa condena”.
Afirmó que, dadas las cosas como están, “hay que poner todo patas para arriba, y si me preguntan si lo vamos a logar, digo que yo no lo voy a ver. Ya tengo 62 años, pero lo que no podemos hacer es rendirnos. Tenemos que seguir dando la lucha y por lo menos los legisladores que son los que tienen que sacar las de leyes adelante reconocen que al trabajo lo están haciendo las organizaciones. No está bien, porque estamos haciendo el trabajo del Estado. Estas traccionadas y modificaciones de leyes para mejorar la situación de las víctimas tienen que nacer del Estado y yo al Estado le reclamo aunque sea una campaña de concientización”.
Finalmente destacó que “con la mesa estamos trabajando no solo la parte normativa, sino que lo estamos haciendo también con la Agencia de Seguridad Vial. Pasamos a ser coordinadores en la provincia del número 149/2 que es el teléfono de un programa nacional por el cual se atiende a todas las víctimas de delitos y el /2 es para aquellos casos de siniestros viales. Es un programa nacional que te da desde asesoría hasta ayuda económica, te dan traslado y lo que haga falta a cualquier persona en la provincia”.
“Vamos a distribuir folletos para que cualquier persona que ande por la provincia y tenga la desgracia de tener un siniestro vial, sepa que llamando a ese número, 149/2, va a tener la primera ayuda que después localmente va a haber una persona que se va a encargar de atenderlo”, concluyó.