Un grupo de productores preocupados por la inercia de la Compañía de Riego ante la emergencia hídrica en vigencia y el estado de los canales de riego del Valle Inferior del Río Chubut, dejó al descubierto una serie de irregularidades, que bien podrían ser calificadas como delitos, perpetrados por su presidente, Esteban Parra, y el Vicepresidente y Gerente General de la entidad, Adrián Contreras.
Recibos y facturas apócrifas y los registros de operaciones ajenas al propósito de la Compañía dejaron en evidencia que los nombrados mintieron durante años a los productores y al Gobierno, al asegurar que estaban saneando la Compañía de Riego y pidiendo subsidios al Estado por más de 5 millones de dólares que supuestamente utilizarían para obras y la cancelación de deudas.,
Poco grata fue la sorpresa de los productores comprometidos con la problemática de la emergencia hídrica y la operación de los canales del VIRCH, cuando en el mes de junio de 2022 comenzó a involucrarse y a participar de reuniones con la entidad.
En ese contexto no tardaron en desentramar una red que se dedicó a estafar, no solo al Estado provincial, sino a los propios productores de VIRCH.
La Compañía de Riego cobra un Canon por el uso del agua de los canales, y emite boletas apócrifas confeccionadas en la computadora del propio gerente general. Los comprobantes fraudulentos suman más de 80 millones de pesos, sin registro fiscal ni controles de ningún tipo, confeccionadas con un programa casero.
Para visibilizar otra parte del desfalco realizado en pocos años, basta citar el manejo que hicieron los dos responsables de la Compañía de Riego, Parra y Contreras, con el último subsidio otorgado por el Gobierno Provincial.
Solicitaron al Ministerio de Economía 45 millones de pesos para afrontar deudas por 6 millones de pesos con la Cooperativa Eléctrica de Trelew, 8 millones para obra social, y el monto restante para el pago de aportes jubilatorios adeudados.
Cabe señalar que todas estas deudas fueron contraídas por la Compañía, como consecuencia del mal manejo de los fondos públicos aportados por el Estado y los aportes de los productores. Pero la sorpresa de los productores fue mayor cuando luego de mucho insistir, lograron obtener el expediente de rendición del subsidio, obrante en el Tribunal de Cuentas, en el que descubrieron que en vez de pagar las deudas contraídas, compraron un auto para el presidente, esteban Parra; pagaron sueldos de los empleados, y utilizaron varios millones para la compra de materiales para construcción, y una serie de gastos que no se condicen con el fin para el cual solicitaron el subsidio.
Dada la gravedad de las irregularidades descubiertas, tanto Parra como Contreras deberán en breve, dar explicaciones en el ámbito judicial por sus actos en perjuicio del Estado Provincial y de los productores del VIRCh.